
Hoy te voy a explicar cómo mejorar tus defensas de forma natural. El otoño se acerca y hay que empezar a prepararse para los resfriados y las gripes. Si no quieres que los virus y bacterias te pillen con las defensas bajas sigue leyendo y conocerás los mejores remedios naturales para mejorar sistema inmune. Y al final te daré una recetita especial para el dolor de garganta.
Qué es el sistema inmunológico
Antes de nada te voy a hablar un poco de nuestro sistema inmune. No te preocupes no te voy a soltar un rollo, más que nada porque si quieres saber más hay infinidad de webs donde puedes aprender en profundidad cómo es y cómo funciona nuestro sistema inmune.
El sistema inmunológico está compuesto por diferentes órganos, tejidos y células que se encargan de impedir que entren virus, bacterias y organismos dañinos para nosotros y, si han logrado entrar, atacarlos antes de que nos dañen.
Las principales células que forman el sistema inmune son los glóbulos blancos. Cuando a algunos de mi generación les hablan de glóbulos blancos no podemos evitar recordar a unos pequeños glóbulos blancos vestidos de policía atacando a los intrusos, si nunca has visto Érase una vez el cuerpo humano no sabrás de qué estoy hablando y pensarás que estoy loca, pero yo aprendí mucho viendo esos dibujos animados y me han dejado huella.
Los glóbulos blancos o leucocitos se forman en diferentes órganos: bazo, médula, ganglios linfáticos… y hay distintos tipos de leucocitos. De los cuales unos localizan al organismo invasor, otros los destruyen, otros se los comen (fagocitan)… es un sistema muy bien organizado y que en un cuerpo sano funciona a la perfección.
Nuestro sistema inmune puede estar dañado o debilitado por
- Enfemedades inmunodeficientes
- Tratamientos como quimioterapia, antibióticos…
- El tipo de vida acelerada que llevamos, con una mala alimentación, con poco descanso y muy sedentaria debilita nuestras defensas.
- El estrés es uno de sus peores enemigos, bueno, en realidad el estrés es nuestro peor enemigo porque influye negativamente en muchas cosas.
Pero nosotros podemos echar una mano a nuestras defensas para fortalecerlas de forma natural a través de la alimentación, de los suplementos y de las plantas medicinales.
La equinácea: el antibiótico natural
Mucho antes de que el ser humano fuese capaz de crear antibióticos en un laboratorio se usaba esta planta para tratar las heridas y las infecciones porque es un potente bactericida pero también es fungicida (acaba con los hongos). Se usa sobre todo la raíz pero a veces también las flores, tallos y hojas.

Su raíz contiene vitaminas del grupo B, beta-carotenos (A) y vitamina C. Además es rica en aluminio, cobalto, cromo, hierro, calcio, sodio, magnesio y silicio.
Equinácea para mejorar las defensas
Pero lo realmente interesante de esta planta es su capacidad para estimular el sistema inmunológico. Esta planta es capaz de hacer que tu cuerpo aumente el número de glóbulos blancos gracias a tres principios activos:
- equinacina,
- ácido cafeico
- ácido chicórico,
lo sé, cualquiera recuerda los nombres de estas tres sustancias pero te lo cuento para que veas que se ha estudiado y demostrado el motivo por que el que la equinácea es considerada un antibiótico natural y un aliado para nuestro sistema inmunológico, no se trata de cuentos de la abuela o bulos de internet o pseudociencia. Estas sustancias se han estudiado en laboratorio y se ha demostrado su eficacia.
Además se sabe que estimula la producción de interferón (otra palabreja) que neutraliza los virus.
Por eso las personas que tienen las defensas débiles, las personas mayores, niños en edad escolar, en un postoperatorio, personas que trabajan con enfermos… pueden tomar la equinácea como preventivo.
Y si no quieres sufrir un año más los devastadores efectos de la gripe: dolor muscular, fiebre, tos, mocos… durante una semana te aconsejo que empieces a tomar equinácea antes de que llegue el frío.
Equinácea para las infecciones
Si ya es tarde para prevenir también te puede ayudar a combatir determinadas enfermedades.
Te ayuda a curar más rápido gripes, resfriados, infecciones de garganta, reduce la inflamación de los bronquios en bronquitis y de los senos nasales en la sinusitis.
Para esas enfermedades infecciosas que se suelen repetir cuando las defensas bajan como herpes, cistitis, candidiasis, infecciones del oído… ayuda a prevenirlas y también a combatirlas.
En ningún caso debes sustituir el tratamiento de antibióticos que te receta el médico por la equinácea, ni por ningún otro tratamiento natural. Las plantas son un complemento que te ayudarán a curar antes o si lo tomas como preventivo a no enfermar o a que los síntomas sean más débiles.
Equinácea contra el cáncer
Alguno pensará, “hala, ya va esta a decir que la equinácea cura el cáncer”, pues no, no digo eso. Tampoco digo que haya que dejar los tratamientos convencionales y tomar equinácea, lo que digo es que un sistema inmunológico fuerte es importante para luchar contra el cáncer, sobre todo teniendo en cuenta que la quimioterapia y la radioterapia lo debilitan mucho.
La equinácea es un complemento muy bueno a los tratamientos para el cáncer. Pero no es un sustitutivo. No cura el cáncer, ayuda a que nuestro cuerpo luche mejor y toda ayuda es poca.
Cómo tomar la equinácea
La mejor manera de controlar la dosis y saber exactamente cuánto tomas es con los complementos dosificados, es decir: comprimidos, cápsulas, gotas… Si preparas una infusión o decocción no tienes la certeza de tomar la cantidad necesaria de la otra manera sabes cuántos mg estás tomando.
Aceites esenciales para las defensas
La aromaterapia también nos puede ayudar a mejorar nuestras defensas de forma natural. Si quieres conocer mejor los aceites esenciales te aconsejo que leas este post.
Ravintsara
Este aceite esencial con un nombre tan curioso es nuestro mejor aliado para luchar contra las infecciones. Se extrae del alcanforero (Cinnamomum Camphora) pero sólo del que crece en Madagascar. Los aceites esenciales son muy sensibles a las condiciones en las que crece la planta, cambia mucho su composición química y en algunos casos como el de esta planta, dependiendo de donde haya crecido sirve para cosas distintas. Por ejemplo
- Si crece en Japón se llama alcanfor y es bueno para dolores musculares.
- En China es el palo de Ho indicado para la piel y muy utilizado como antiarrugas.
- En Madagascar es ravintsara o ravensara. Un potente antivírico y además estimula el sistema inmune.
Así que el ravintsara puede tomarse para prepararnos para el invierno y evitar gripes y resfriados pero también sirve para tratar infecciones víricas como gripes o herpes, por ejemplo. También tiene propiedades bactericidas pero cuando se trata de infecciones bacterianas es mejor usar este otro aceite esencial
Árbol del té
Es el aceite esencial bactericida y fungicida por excelencia, además fortalece el sistema inmune y es muy bueno para los problemas respiratorios. Proviene de Australia y se extrae de las hojas y tallo. Es de los más usados en aromaterapia junto con el de lavanda.
Esencia de limón
La esencia de limón, a parte de tener un olor muy fresco, es un potente antiséptico y ayuda a limpiar el ambiente de virus y bacterias para evitar contagios cuando hay algún enfermo en la familia.
Cómo tomar los aceites esenciales para mejorar las defensas
Todos los aceites esenciales pueden aplicarse por via tópica, oral o por inhalación.
Para reforzar las defensas o para tratar gripes, resfriados, bronquitis, amigdalitis… recomiendo tomarlo por vía oral pero asegúrate antes de que el aceite esencial que compras se puede tomar y sigue las instrucciones del laboratorio. Siempre hay que diluirlo, bien en leche o en miel (nunca en agua, el agua y el aceite no se mezclan). Y mi consejo es que combines el ravintsara con el árbol del té, son una perfecta combinación para reforzar nuestro sistema inmune antes de que lleguen la gripe y los resfriados. Hay un laboratorio que vende perlas con las mejores combinaciones de aceites para las defensas, son muy cómodas de tomar, no tienes que estar contando las gotas ni tienes que diluirlas, sólo te tomas las perlas que te indica y listo.
También puedes usarlos en un difusor de esencias, en este caso usa los tres aceites, ravintsara, árbol del té y el limón (2 gotas de cada).

También puedes diluirlos en aceite vegetal y ponértelo en el pecho con un suave masaje:
- Para una gripe: 1 cucharada de cualquier aceite vegetal, 1 gota de ravintsara y 1 gota de esencia de limón
- Para una bronquitis o amigdalitis: 1 cucharada de aceite vegetal, 1 gota de árbol del té y 1 gota de limón.
Vitaminas para fortalecer las defensas
Hay determinadas vitaminas imprescindibles para tener un sistema inmune fuerte de forma natural.
Vitamina C
Es la vitamina que asociamos con la gripe y los resfriados. “Para no resfriarte tienes que tomar mucho zumo de naranja que tiene mucha vitamina C”, quién no ha oído eso alguna vez.
Pues sí, desde hace mucho se sabe que un déficit de vitamina C puede producir determinadas enfermedades pero también se ha demostrado que la vitamina C:
- Estimula la producción de linfocitos
- Hace que las defensas vayan más rápido a la zona infectada.
- Y que sean más efectivas al destruir los virus y bacterias que nos atacan.
¿Hay que tomar mucho zumo de naranja entonces? Pues tendrías que tomar mucho sí, pero más bien porque hay otros alimentos con mucha más vitamina C que la naranja, por ejemplo: grosella, guayaba, perejil, pimiento rojo, coles de bruselas, brócoli, espinacas, papaya y kiwi.
Vitaminas del grupo B
La vitamina B6 está relacionada directamente con nuestras defensas ya que refuerza el sistema inmune.
La encontramos en vísceras (hígado o sesos), carne roja, carne blanca, pescado azul, legumbres, frutos secos. Pero el alimento que más vitamina B6 contiene es el ajo.
La vitamina B9 (o ácido fólico) es importante porque participa en la síntesis del ADN y ayuda a prevenir el cáncer.
Las verduras de hoja verde como las espinacas y las acelgas y el brécol son muy ricas en vitamina B9. También la tienen el aguacate, alcachofa, espárrago, remolacha… Los alimentos de origen animal apenas tienen ácido fólico.
La vitamina B12 también influye en nuestras defensas en cierta forma. Sólo se encuentra en los alimentos de origen animal como las vísceras (hígado, riñones, sesos).
Vitamina A
Es una vitamina muy importante para el sistema inmunológico ya que:
- Aumenta la producción de células del sistema inmune.
- Hace que sean más rápidas y lleguen pronto a la infección.
- Y consigue que las células sean más efectivas en la lucha contra las enfermedades.
El huevo contiene vitamina A y también el aceite de hígado de bacalao. Aunque son más recomendables los alimentos de origen vegetal como: espinacas, brécol, zanahorias, calabaza, melocotones…
Si tienes una dieta sana y variada tendrás los aportes necesarios de vitaminas pero el problema es que llevamos una vida poco equilibrada, mucho estrés, mala alimentación, comida con mucha grasa, poca fruta, verdura… y al final, si queremos asegurarnos de tener todas las vitaminas y minerales necesarios debemos recurrir a los suplementos. Es importante respetar las dosis recomendadas porque un exceso de algunas vitaminas (como la A) puede acabar siendo tan perjudicial como un déficit.
Otros alimentos que mejoran tus defensas
El ajo, la cebolla y el puerro son un buen antibiótico natural para las infecciones. Acostúmbrate a añadirlas a tu dieta habitual porque además son ricas en vitamina B6, que como ya te he explicado antes, es importante para fortalecer nuestras defensas.

El polen y el propóleo refuerzan el sistema inmune y la miel tiene propiedades bactericidas y calma la irritación de garganta.
El ejercicio físico y el sistema inmune
Todo el mundo conoce la importancia de hacer ejercicio para estar sano, controlar el peso, prevenir enfermedades cardiovasculares, fortalecer músculos y huesos y evitar dolores de espalda, desestresarnos…
Pero además de todo esto también ayuda a fortalecer nuestras defensas. Hacer ejercicio moderado con regularidad puede ayudar a que pilles menos gripes y resfriados.
Esto no significa que tengas que empezar a correr maratones o ir a machacarte al gimnasio. Si no realizas ningún deporte habitualmente empieza suavemente, tres o cuatro días a la semana una hora de ejercicio suave, lo importante es que lo adoptes como rutina y lo hagas durante todo el año. Si eres capaz de hacerlo regularmente unos meses verás como al final te “engancha” por lo bien que te sientes.
Un pequeño regalo para ti
Por último te dejo una recetita muy especial. Es lo que me preparo yo cuando tengo la garganta irritada e inflamada. No tiene un aspecto muy apetecible pero funciona muy bien.
Necesitas: miel, zumo de limón, semillas de chía y agua.
Pones una cucharada de postre de semillas de chía en un vaso. Le añades un poco de agua, que cubra las semillas y esperas al menos 20 o 30 minutos. Las semillas van a ir convirtiendo el agua en una especie de gelatina gracias a los mucílagos (un tipo de fibra que tienen) y eso es precisamente lo que nos va a ayudar a calmar la irritación y la inflamación de la garganta. Pasado ese tiempo le añades una buena cucharada de miel y el zumo de limón al gusto. Revuelve bien y listo para beberlo. Si te quedó muy espeso puedes añadirle un poco más de agua para que sea más fácil tomarlo.
Sigue estos consejos y puede que este año te libres de la gripe o sea mucho más leve.
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